CDRO. RIVADAVIA: Se cumplen dos semanas sin Juana y Pedro: un caballo y un enfermero rescatista se suman a la búsqueda

“No creo que estén con vida”, afirmó el fiscal jefe Cristian Olazábal en una declaración estremecedora. (ADNSUR)
A dos semanas de la desaparición de Pedro Kreder (79) y Juana Morales (69), el caso toma un giro sombrío. Las esperanzas de las familias, que aún movilizan operativos de búsqueda, chocan con la cruda evaluación de los fiscales: “No creo que estén con vida”, afirmó el fiscal jefe Cristian Olazábal en una declaración estremecedora.
Mientras las hijas de las víctimas coordinan la llegada de un rescatista especializado y piden drones térmicoS, la hipótesis del «robo que terminó mal» gana fuerza en el ámbito oficial, aunque las pruebas concretas brillan por su ausencia.
La voz de las hijas de Pedro y Juana
En medio de la incertidumbre, las familias mantienen viva la búsqueda. Gabriela Kreder, hija de Pedro, confirmó que este sábado se sumará al operativo Luis Zúñiga, un enfermero rescatista especializado, y que se iniciarán búsquedas a caballo en las zonas de Rocas Coloradas y Caleta Córdova.
“Por el momento no tenemos nada nuevo en cuanto a los resultados del rastrillaje. Espero que todo esto sume, que se pueda aportar algún dato más para entender qué fue lo que pasó”, declaró Gabriela y se refirió a la posibilidad de un robo: “Puede haber sido una persona conocida que quería algo que mi papá o Juana tenían. No sabemos. Lo que sí sabemos y lo tengo en claro es que ellos no se perdieron”.
Del otro lado, Aldana Botha, hija de Juana, expresó su angustia en las redes sociales: “Hoy ya son dos semanas sin mi mamá. Tiene que aparecer”. En su posteo, hizo un pedido específico: “Necesitamos drones que detecten temperatura para poder buscar”, y reiteró el número de contacto urgente: 297-4609060.
La hipótesis oficial: “Un delito que salió mal y terminó en homicidio”
La postura de las autoridades marca un contraste doloroso con la esperanza de los familiares. El ministro de Seguridad de Chubut, Héctor Iturrioz, fue contundente al sostener que la hipótesis que manejan “se vincula con un delito que salió mal y terminó en homicidio”.
“Aparentemente fue un robo armado”, consignó Iturrioz en una entrevista radial, remarcando que “los rastrillajes continúan” porque “los cadáveres deben aparecer”.

Esta línea es reforzada por el fiscal Olazábal, quien argumentó su pesimismo basándose en la hostilidad del terreno: “Estos días transitamos el lugar, es muy hostil, muy agresivo, es cansador de transitar. La zona es muy difícil para la supervivencia, salvo que cuentes con ayuda de terceros”. Y sentenció: “Si te lo tengo que responder desde la esperanza, ojalá que sí. Si lo tengo que responder desde el sentido común, diría que no”.
Un caso sin evidencias concretas
A pesar de la firmeza de las hipótesis, la investigación forense no ha logrado encontrar pruebas contundentes. Según se informó, se descartaron las pistas obtenidas por denuncias anónimas sobre presuntos delincuentes.
Tampoco arrojaron resultados concluyentes las huellas encontradas en el terreno cercano a la camioneta de Kreder, que fue hallada abandonada pero sin señales de vandalismo.
El mismo ministro Iturrioz admitió esta contradicción, aclarando que, por el momento, no han encontrado «evidencia que indique intervención de terceros». Sin embargo, con el correr de los días, la hipótesis de la “pérdida accidental” va mutando, para las autoridades, hacia la de un “posible homicidio”.
Mientras tanto, la comunidad de Comodoro Rivadavia sigue conteniendo el aliento, atrapada entre el accionar desesperado de las familias y las sombrías previsiones de la Justicia, en un caso que, cada día que pasa, se tiñe de un color más trágico.
