El “tiktok policial” es furor y llegó hasta las comisarías de Ushuaia. Ya hay nuevas sanciones en la fuerza

Son tres integrantes de la dotación femenina de la fuerza policial en Ushuaia. Dos subieron una risueña recreación, pero con uniforme y dentro de la comisaría. La tercera aparentemente fue en el ámbito particular, pero haciendo uso también del uniforme.

El caso del agente Fuentes en Río Grande ayer desató una muestra de lo que son las nuevas generaciones de efectivos policiales, y la armonización de su responsabilidad en la función policial con el uso de las redes sociales que atraviesa todos los aspectos de la vida social de cualquier persona.

Algo impensado en el pasado, hoy es visto casi con naturalidad por los jóvenes efectivos, que muchas veces no toman dimensión en base a un código de disciplina interno, e incluso ellos mismos publican estos mismos actos.

Los videos resultan risueños y hasta simpáticos, logrando en todos los casos poner a la sociedad de su parte al momento de conocerse las sanciones internas.

La realidad es que internamente en la fuerza son otros los parámetros de conducta que se manejan, sabidos y aceptados por todos los integrantes de la misma, por ello las sanciones se aplican.

Al caso del agente de Río Grande que trascendió ayer con un increíble baile, hoy se sumó la viralización de dos videos; el primero el que sería mas “grave” que involucra a dos integrantes femeninos de la comisaría Primera de Ushuaia.

El caso recrea el viral denominado “Esperancita” pero con el marco de la cocina de la propia dependencia policial y el uso del uniforme, lo que habla a las claras de su ocurrencia durante el horario de servicio y con un tercer cómplice tras la cámara.

El otro caso es otra agente, ya en un ámbito más personal, que no delata la función policial hasta su “transformación” al final portando el uniforme policial.

Las sanciones con deméritos en la calificación en sus fojas policiales continúan, en una introspección que la fuerza deberá realizar para aclarar conceptos en relación al uso de redes sociales en horarios de trabajpo, o bien readaptarse a una nueva realidad virtual.