RÍO GALLEGOS: Golpe al narcotráfico: Condenaron a la “Condesa blanca” y a su banda por vender droga

Una investigación de años reveló que la célula utilizaba la logística de camioneros de larga distancia y operaba con sofisticados métodos de lavado y fraccionamiento de la cocaína. El Tribunal validó las pruebas de escuchas telefónicas y movimientos bancarios, detallando cómo la principal acusada intentaba evadir la AFIP utilizando cuentas de terceros. (laopinionaustral.com.ar)

El Tribunal Oral Federal de Santa Cruz dictó una dura sentencia que desnudó la compleja trama del narcomenudeo en Río Gallegos, cerrando tres expedientes acumulados por infracción a la Ley de Drogas, mediante el instituto del juicio abreviado.

El fallo dio cuenta de una red que operaba con una mezcla de métodos tradicionales, como el “pasamanos”, y herramientas modernas, como las billeteras virtuales, para mover cientos de millones de pesos y grandes cantidades de cocaína en la capital de Santa Cruz.
La figura central de esta compleja historia es Mercedes Vicente Castillo, ciudadana dominicana, de 40 años conocida como la “Condesa” quien fue encontrada penalmente responsable de tres hechos: dos de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización (la figura más grave) y uno de tenencia simple.

Por la acumulación de estas causas, la Fiscalía General Interina solicitó, y el Tribunal refrendó, una condena de cuatro años y nueve meses de prisión de cumplimiento efectivo, además de una multa económica. El Tribunal dispuso también que, una vez cumplidos los requisitos legales de su condena, se proceda a su extradición de territorio argentino.

El círculo de la “Condesa” y la prueba del tráfico

La investigación se remonta a 2015, iniciándose con una denuncia anónima. Los trabajos de campo y las intervenciones telefónicas permitieron a la División Narcocriminalidad de la Policía de Santa Cruz rastrear el accionar de Castillo y sus secuaces.

En el marco de la primera causa, Castillo fue hallada con 5 gramos de cocaína y una considerable suma de dinero en efectivo fraccionado $16.237, lo que, sumado a los testimonios que la ubicaban realizando “pasamanos” repetidamente afuera de un local comercial, cimentó la acusación de tenencia para la venta.
Sin embargo, fue en otro expediente en donde se reveló la verdadera magnitud de sus operaciones.

El allanamiento a su domicilio en octubre de 2024 permitió el secuestro de casi 400 gramos de cocaína, balanzas de precisión, recortes de nylon y casi 300 mil pesos en efectivo.

Las pruebas más llamativas provenían del análisis de su celular, que indicaron movimientos financieros gigantescos en cuentas de Mercado Pago asociadas a su ex pareja y a una niñera, donde se registraron transacciones por más de $109 millones y $27 millones en periodos de pocos meses, cifras que claramente superaban cualquier actividad lícita.

Audios extraídos mostraban a Castillo hablando de subir precios del “nuevo material” y de las advertencias de la AFIP por el movimiento de su cuenta, lo que obligaba a utilizar otras billeteras virtuales para eludir controles.

La red de contactos

El entramado de la comercialización involucró a otros cuatro individuos. José Ruiz yal conocido delincuente Ramón Solari también fueron condenados a cuatro  años de prisión de efectivo cumplimiento por tenencia con fines de comercialización.
Ruiz, quien trabajaba en un depósito fiscal, actuó como un nexo logístico crucial. Las escuchas confirmaron que él era el encargado de contactar a choferes de larga distancia para que trajeran la “ropa” o “remera” (código utilizado para la droga) desde el norte hacia Río Gallegos.

En su domicilio, también se incautaron 20 gramos de cocaína, una balanza y una abultada suma de $905.000, reforzando la hipótesis de que estaba plenamente inmerso en la actividad mercantil ilícita.
Por su parte, el caso de Ramón Solari generó especial indignación, ya que el condenado estaba cumpliendo una pena de cadena perpetua en la Unidad N° 6 de Rawson, pero gozaba de salidas transitorias y laborales en Río Gallegos.

Solari aprovechaba estas licencias para vender estupefacientes en un local comercial céntrico (“Las Tres B), donde fue encontrado con 8 gramos de cocaína fraccionada para la venta al menudeo. Solari fue declarado reincidente por segunda vez, un agravante que subraya el desprecio por la pena sufrida anteriormente.
Finalmente, JH Lozano y LNM Arias Espadero, condenados en la causa más antigua, recibieron penas de un  año de prisión en suspenso. La Fiscalía rectificó la calificación legal para ellos de tenencia con fines de comercialización a tenencia simple. Este cambio se debió a que, si bien la droga fue encontrada, existía un “déficit probatorio” para demostrar la ultra intención de comercialización con el grado de certeza que exige una condena, prevaleciendo la aplicación del principio in dubio pro reo. Además, debido a la situación de calle de Arias Espadero, fue eximido del pago de multa y costas procesales.