NEUQUÉN: Un merendero era utilizado de fachada para el narcomenudeo

Tras semanas de investigación, la Brigada de la Comisaría Tercera allanó el merendero y encontró drogas, armas y una tumbera. (lmneuquen)

Un merendero popular del oeste neuquino tenía una doble finalidad, alimentar a los chicos y venderle drogas a los adolescentes aprovechando la fachada que utilizaban de ser una familia solidaria que ayudaba al barrio Itatí y 7 de mayo. Esto demuestra que urge lanecesidad de atacar el narcomenudeo, algo que se viene proponiendo desde el Ministerio Público Fiscal desde hace años por los estragos que hace la droga en Neuquén.

Al parecer ese cuento no se lo terminaron de creen en la popular barriada ya que una seguidilla de tiroteos permitió, hace dos semanas, activar una investigación sobre el merendero Jireh que se ubica en la toma Altos del Neuquén.

A cargo de hacer todo el trabajo estuvo la brigada de investigaciones de la Comisaría Tercera que este año arrancó con bastante actividad. Participaron en la desarticulación de la banda de Los Coquetos, la temible banda del Vento y de otra que yiene la base en Villa Ceferino y el barrio Islas Malvinas que tiene de fondo toda una historia pesada.

Todas estas bandas se dedicaban al robo de viviendas mediante distintas modalidades entre ellas las entraderas.

Un merendero muy particular

Hay datos que nos hablan de la realidad en la que estamos insertos: 60 por ciento de pobreza y 2 de cada 3 chicos son pobres en el país.

En Neuquén, la realidad es la misma que en el resto del territorio nacional por más que se tenga el plus de Vaca Muerta que es la promesa de recursos que financien los próximos cien años al país, tal como se han cansado de repetir expertos y políticos.

Lo cierto es que todo ese potencial todavía no ha generado un efecto derrame en la provincia. Acá lo que sí prospera son los kioscos de drogas, se estima que hay un mínimo de dos por barrios, y según confió a este medio del fiscal general José Gerez: “en ocho de cada diez homicidios hay drogas”.

El merendero Jireh es la confluencia de todas las miserias literalmente. La imagen del allanamiento es una postal tremenda: calle de tierra a la que la lluvia la convirtió en un barrial y el cielo gris de una jornada fría y húmeda.

Este sábado, Jireh tendría que haber estado haciendo un guiso para alimentar a los chicos, pero ocurre todo lo contrario, están haciendo aguas por todos lados ya que la Policía les está secuestrando armas y drogas, nada comestible.

Habrá que ver si el merendero estaba habilitado por las autoridades de turno o si solo era una pantalla para sacar adelante el verdadero negocio que es la venta de drogas.

Mueven millones por día con el narcomenudeo

Un kiosco de drogas que trabaja unas ocho horas, por lo general entre las 20 y las 4 de la madrugada, levanta por día un millón de pesos de base. Los fines de semana esa cifra escala a millón y medio. Dato confiado por gente del ambiente que conoce toda la movida del narcomenudeo.

Esos lugares son verdades refugios o como suelen denominar los medio búnker, pero Jireh no necesitaba nada de eso porque con su cartel ya despejaba sospecha, generaba una mirada solidaria, pero en el fondo estaban armados para bancar la parada dado el caso de algún cliente reactivo o pasado y también alerta a las mejicaneadas

Entre las armas que secuestraron había hasta una tumbera que son las primeras que les enseñan a disparar a los soldaditos porque se arma con un par de caños, se le introduce un proyectil y con un leve movimiento de fuerza y leve rotación se ejecuta el disparo.

Todo está pensado y calculado, salvo que esta vez los investigador al parecer les ganaron de mano y los sorprendieron con las primeras luces del día.

La caída del merendero Jireh

Cuando la brigada de la Comisaría tercera comenzó a investigar, advirtieron que se habían producido varios tiroteos. Al hilar un poco más fino, descubrieron que se trataba de enfrentamientos entre personas que manejan distintos kioscos de droga en la zona y que mantienen un enfrentamiento territorial.

Fue así como comenzaron a ubicar a los diferentes actores de estas balaceras, que por suerte todavía no se cobró ninguna vida, y con toda la información reunida solicitaron autorización a fiscalía para intervenir.

Ni bien llegó la orden de allanamiento, librada por el juez de garantías de turno, se organizaron y este sábado a primera hora realizó el procedimiento.

No hubo mayor resistencia de parte de los propietarios de la vivienda donde funciona el merendero ya que fueron sorprendidos. Allí se demoró a tres personas y secuestraron armas, una tumbera y droga.

Ahora, los demorados tendrán que realizar el trámite de identificación de rigor y quedaran a disposición de la fiscalía correspondiente que evalúa formalizar una acusación por abuso de armas de mínima.

Además, al dar con drogas en el lugar se le deberá dar intervención a Antinarcóticos de la Policía neuquina y notificar a la Justicia Federal.

El final de esta historia es tremendo, porque en definitiva ahora los chicos se quedaran sin comedor y con la necesidad que hay de un plato de comida en una provincia hecha jirones.