Apelaron al STJ la prescripción de la causa por “fuga” del homicida Ramón Abregú

La casación la presentó el fiscal Mayor, Martín Bramatti, en relación a la resolución de la Cámara de Apelaciones que entendió prescripta la causa por su fuga en 2001, de la cual depende su continuidad como detenido en la causa principal por el homicidio que –por ende- podría pasar también a prescripción.

Abregú mató a balazos a su pareja Eva Azulina Falcón y el hijo por nacer que esta concebía, el 23 de enero del 2000, hecho por el cual fue condenado a 20 años de prisión. El 14 de febrero de 2001 se fugó del puesto 1 de detención en la margen sur, antes de la creación de la Unidad de Detención 1 y del servicio penitenciario.

En octubre pasado Ramón Angel Abregú se presentó en tribunales ante su pedido de captura que llevaba más de 20 años, a pedir la prescripción de su condena, pero fue encerrado y no volvió a salir.

La causa por el homicidio quedó pendiente de prescribir a como se resolviera la causa pendiente por la “evasión o fuga”, por lo que esta adquirió mayor importancia.

En diciembre pasado la Cámara de Apelaciones revocó un fallo que consideraba que no prescribió, y los camaristas resolvieron que la causa estaba precisamente prescripta, lo que abre la posibilidad a su liberación y prescripción de la causa madre.

Ante ello esta semana el fiscal Mayor Martín Bramatti presentó la casación a esa decisión, y llevará la discusión ante el Superior Tribunal de Justicia.

El fiscal señaló que “el fallo de los camaristas busca seguridad jurídica, pero nosotros lo que procuramos es buscar justicia” en relación a lo que fue el brutal crimen que podrían quedar impune respecto del cumplimiento de la condena.

En su casación Bramatti sostuvo que la fuga es un delito que se “inició en 2001” pero con efectos concretos a lo largo de todo el tiempo en que permaneció fugado hasta octubre del año pasado.

“Es un único hecho que inició el día de su fuga y cesó en el momento en que se apersonó ante el tribunal”, fundó el fiscal expresando que los derechos de los familiares de la víctima permanecieron vulnerados todo el tiempo en que Abregú permaneció prófugo.