Los 4 imputados se negaron a declarar y ratificaron sus dichos al inicio de la causa

Los imputados Alejandro Badilla, Diego Moral y Gastón Badilla se negaron a declarar ante el tribunal y se dio lectura a las declaraciones que brindaron durante la instrucción de la causa.

En aquellas declaraciones que se leyeron ante el tribunal, algunos de los imputados señalaron en su derecho a defensa que Nahuel Roth y Sergio Solis (quién está detenido e imputado por el incendio de la casa de Badilla días después) cayeron esa mañana en la casilla de calle 20 de Junio a pedir cocaína y que Roth estaba “muy exaltado” por lo que Badilla le dio un poco de cocaína para que se fueran, en un episodio de suma tensión.

A los minutos después irrumpieron Roth junto a Víctor Perpetto, señalando los imputados que portaban armas de fuego, que Perpetto golpeó de dos culatazos a Moral al este intentar tomar su arma de la cintura, ocasión en la que comienzan los forcejeos y se producen los disparos “accidentales”.

Moral el más complicado en la causa, señaló que él no disparó para matar a nadie, que estaba todo ensangrentado por los golpes recibidos y que se arrepentía de “no haber ido a la policía”.

Tanto Moral como Badilla Gastón dieron cuenta de la persecusión y de que las víctimas presentaban signos de encontrarse con vida, aunque las pericias indican que esos disparos afectaron zonas vitales que no dejaron tiempo de sobrevida. En el caso de Perpetto hasta se indica que la muerte fue instantánea.

Señalaron que habrían querido llevarlos al hospital, pero allí se inició la persecusión vehicular en la que un hermano de Perpetto y otros dos sujetos los siguieron a los disparos, lo cual tendrá otro juicio a partir del 8 de octubre.

Una vez concluida la persecusión Moral señaló que al constatar que no tenían más signos vitales decidieron descartarlos en el basural donde fueron hallados en el parque industrial, así como un arma de fuego la cual nunca fue habida.

Moral sigue sosteniendo que el arma calibre 9 milímetros incautada en la causa “era de Perpetto” y que la suya era una pistola diferente y que la poseía a modo de “seguridad” dado que estaba amenazado en el marco de una interna sindical de la UOCRA.

Finalmente Moral en esas declaraciones marcó en numerosas oportunidades el temor a represalias por parte de otros presos, pidiendo en varias oportunidades salir en libertad, “estaban poniendo dinero para lastimarnos”, dijo sin precisar quien.

Concluido este acto, el tribunal pasó a un cuarto intermedio para mañana miércoles en que testificarán los peritos forenses del Poder Judicial.