BARILOCHE: Tragedia en el lago Gutiérrez: la investigación por la muerte de una nena de 12 años será compleja

La investigación que buscará determinar lo ocurrido y posibles responsabilidades será realmente tediosa, ya que el contingente estaba integrado por un centenar de personas, entre niños, docentes y padres que acompañaban. Buscan determinar quiénes estaban sobre la playa para profundizar la pesquisa. (El Cordillerano)

En la tarde de este viernes, Celeste Silva disfrutaba una jornada magnífica junto a todos sus compañeros de la Escuela Primaria 273 Ayen Hue, en el complejo Los Baqueanos, ubicado sobre la margen sur del lago Gutiérrez.

La jornada preparada para despedir el año y a los egresados de la promoción 2021 marchaba fabulosa, hasta que la tragedia rompió todo.

Hasta el momento reinan los interrogantes, pero se supo que al menos dos niñas pidieron autorización para introducirse al espejo de agua, extasiadas por el disfrute y las altas temperatura. En su inocencia y algarabía, no advirtieron que por el bajo nivel del lago, el veril estaba apenas a un par de metros de la orilla. Por ello, mientras nadaban y chapoteaban, rápidamente quedaron sin hacer pie.

Fuentes ligadas a la investigación aseveraron que una de las niñas comenzó a pedir ayuda porque no encontraba a Celeste. La escena erizó la piel de los presentes y uno de los adultos que acompañaba al grupo no tardó en rescatar el cuerpo de la menor, ya inconsciente.

Desafortunadamente, la niña no resistió y pese a los largos minutos de maniobras de reanimación que practicaron en el lugar, se decretó su deceso poco después, convirtiendo la agradable jornada en un momento desgarrador. El personal policial y los médicos del Hospital Zonal que arribaron al lugar, tampoco pudieron revertir el cuadro.

Ya con la presencia de los fiscales Betiana Cendón y Guillermo Lista en el lugar, comenzaron las primeras diligencias tendientes a determinar lo sucedido y las posibles responsabilidades que pueden recaer sobre los adultos que acompañaban el contingente estudiantil.

Las fuentes consultadas cuestionaron un cierto desmanejo de la situación. Cuando los fiscales arribaron al lugar, todo el grupo de niños ya había sido retirado del lugar, junto a cinco de los adultos que acompañaron al grupo en la jornada.

Los investigadores confían en lograr establecer con mayor precisión cuántas personas del contingente estaban en el momento en la playa, para evitar el dispendio jurídico de tener que convocar a cada uno de los menores a declarar bajo el sistema de cámara Gesell.

Los diez adultos, entre los que había docentes, directivos y padres, fueron notificados del comienzo de la investigación, bajo la figura de un posible homicidio culposo. Pero para que el proceso avance y eventualmente la fiscalía pueda atribuir alguna responsabilidad a los adultos que acompañaban al grupo, será necesario aguardar el resultado de algunas diligencias ordenadas y fundamentalmente concretar las declaraciones testimoniales de aquellos que estaban más cercanos a la trágica escena.

Aun así, se trata de una tarea compleja, pues los menores de edad deben declarar bajo el sistema de cámara Gesell, lo que, además de requerir ciertas condiciones, demandará una ardua tarea.

En el lugar del hecho, trabajaron en la misma tarde del viernes, personal del área de Criminalística, personal policial de la Comisaría 42, área de Investigaciones Judiciales y Prefectura Naval Argentina.

Personal de esta última fuerza, tuvo a su cargo una pericia tendiente a determinar la profundidad del lago en el lugar señalado y la temperatura del agua. Aunque el informe todavía no fue elevado a la fiscalía, fuentes ligadas a la investigación señalaron que antes del veril el agua tiene en la zona una profundidad aproximada de un metro y el descenso del lecho lacustre tras el veril es abrupto, pudiendo alcanzar varios metros de profundidad.

Un especialista de la región sostuvo que todos los lagos de la región presentan zonas con costas más y menos pronunciadas. Justamente las primeras, se caracterizan por no tener veril o tenerlo a muy poca distancia de la costa.

Por otra parte, aunque resta esperar el resultado de las pericias ordenadas, trascendió que la temperatura del agua en el lugar del hecho oscilaba en torno a los doce grados centígrados en la orilla, pero de nuevo a partir de la línea que marca el veril, la temperatura también desciende y se posiciona en el orden los diez grados o inclusive por debajo.

Todo ello significa que más allá de la agradable jornada de sol, el impacto térmico que cualquier persona sufre al sumergirse en agua a esa temperatura es muy grande y en tan sólo un par de minutos puede sufrir un cuadro de hipotermia y rigidez muscular, que sumado a un cuadro de desesperación, puede complicar aún mucho más la situación.