PTA. ARENAS: Ordenan prisión preventiva para buzo que asesinó a supervisor de lancha

Un plazo de 4 meses fijó hoy (10 de diciembre) el Juzgado de Garantía de Punta Arenas para investigar el homicidio del supervisor de lancha Felipe Mansilla Arriagada, quien fue ultimado con una certera herida penetrante propinada con un cuchillo de trabajo a mano de uno de los buzos de la embarcación en que trabajaban. (El Magallanico)

La desgracia se habría desencadenado alrededor de las 18 horas del pasado martes, cuando la tripulación de la embarcación “Sidiano” fondearon en la costa de Isla Grande, en Seno Skyring, lugar en que comenzaron a preparar un asado y a ingerir bebidas alcohólicas.

En dichas circunstancias la víctima y el imputado, el buzo de iniciales L.J.O.V., se habrían trenzado en un intercambio de palabras el cual se habría exacerbado a raíz de la ingesta alcohólica, lo que habría detonado que el autor de la agresión se retirara de vuelta a la lancha, para volver minutos más tarde con un cuchillo, el que habría terminado en el pecho del occiso, herida mortal que con el paso de los minutos le provocaría la muerte.

Versiones de lo sucedido

Los miembros de la tripulación entregaron sus versiones ante los investigadores, y todos hablan de una discusión entre los involucrados, lo que terminó con el agresor yendo a la embarcación, para volver con un cuchillo con el que apuñaló en una oportunidad al supervisor.

Sin embargo, el imputado -quien declaró estar arrepentido de lo ocurrido- afirmó en su versión que la víctima lo golpeó en medio de la discusión, y que por eso decidió volver a la lancha, pero se habría dado cuenta que olvidó su teléfono en tierra, por lo que retornó al asado, aunque premunido de su cuchillo de trabajo, temiendo -según él- ser agredido nuevamente, y que, al llegar, habría sido la persona que resultó fallecida la que se le abalanzó, aludiendo una situación prácticamente accidental la que provocó el desenlace fatal.

En lo que coinciden todos los entrevistados, es que el conflicto se habría iniciado cuando, en medio del consumo de alcohol, el supervisor le advierte a L.J.O.V. que tendría que bucear temprano, dialogo que habría escalado, debiendo incluso intervenir algunos de los testigos.

Las declaraciones aluden también que, tras propinar la herida, el imputado fue golpeado por los compañeros de lancha, internándose en la vegetación de la isla para escapar. Paralelamente, la tripulación llevó al herido a la lancha para pedir auxilio, pero falleció mientras se dirigían a Puerto Nuevo, detalló el fiscal de la causa, Sebastián González.

Pese a la oposición del defensor, al considerar que podrían darse ciertas circunstancias atenuantes, dado que su representado afirmó haber sido agredido y haber sentido temor, el magistrado Ricardo Larenas consideró que la libertad del imputado resulta un peligro para la seguridad de la sociedad, y concedió la medida de prisión preventiva que solicitó el Ministerio Público, al menos mientras se investiga en detalle lo sucedido