Habló el docente falsamente acusado de numerosos abusos en un jardín de infantes tras 6 años de proceso judicial, “no me vuelvo a ver dentro de un aula con niños”

Marcelino Monchietti mantuvo una entrevista extensa anoche con Resumen Policial repasando cada detalle del calvario judicial que concluyó 24 horas antes con el rechazo del último recurso de casación que finalmente cerró la causa, dejando sellada su inocencia.

Desde aquel 30 de agosto de 2015 en que una turba iracunda irrumpió en su casa para lincharlo, minutos después de denunciarlo por 25 abusos sexuales a menores en un jardín de infantes, su vida no volvió –ni volverá- a ser la misma.

El propio Monchietti es consciente de ello después de 6 años en los que no volvió a llevar adelante su actividad como profesor de música, incluida la pérdida de su familia, y hasta de sus modos de interacción social viviendo casi recluido en un círculo íntimo del cual hace poco empezó a despegar con actividades deportivas y de esparcimiento.

Sobre la última notificación judicial recibida el lunes, comentó, “el papel trajo tranquilidad de saber que se terminó un proceso, me da la posibilidad de estar más fuerte para lo que viene, y que esta gente pague por lo que hizo”.

“A mí me sacaron 6 años de mi vida en lo laboral y familiar en un montón de cuestiones. No sé si voy a volver a ser el profe de música que era”, dice, agregando, “No está en mi cabeza volver al aula. Si hay que presentar una licencia psicológica para encauzar qué funciones podré realizar, no es que me resista a trabajar, es que no me vuelvo a ver dentro de un aula con niños, porque nadie me puede dar garantías que no me crucé a alguien con la cabeza podrida y me vuelva a denunciar”, refiere de una secuela permanente que es la pérdida de su vocación laboral.

“Eso le puede pasar a cualquier docente, te arruinan la vida sin ningún fundamento”, enfatizó.

En cuanto a su situación laboral agregó que aún “no sé nada, estoy esperando que me llamen del Ministerio de Educación para charlar como sigue el proceso, entiendo que tienen que cerrar la parte administrativa del sumario que no está cerrado hasta que no esté el fallo, entiendo que les va a llevar un tiempo”, dice, aguardando un puesto administrativo que lo aleje de tener que enfrentar nuevamente un aula.

Recuperar la vida

Tras recordar innumerables episodios que hoy suenan a anécdotas increíbles, pero que trasladadas en el tiempo y como vivencias personales significan un trauma casi irrecuperable; Monchietti fue consultado sobre el desarrollo de su vida con un grado de normalidad posible.

Los primeros tiempos, “me movía en horarios donde no había gente, pero con ayuda de la psicóloga y del psiquiatra, familia y amigos, una parte de la vida se puede reconstituir y de a poco se va reconstituyendo”, dijo, agregando, “yo era prácticamente un fantasma en la ciudad, iba a ser difícil que me vieras por como acomodaba los horarios para manejarme”, lo que sin embargo no le ahorró más de un disgusto en la vía pública.

“Uno sabe quién es y se rodeó de gente que sabe quien es uno, yo estuve con mi familia, dos o tres amigos, y se preocuparon porque no me llegue tanta mierda que había circulando. Expusieron a mi hijo, el domicilio donde yo vivía”, dijo, recordando caras y personas de esta ciudad que lo escracharon en redes sociales sin el menor escrúpulo o conocimiento sobre el caso. Incluso aseguró, “tengo cada recorte de lo que se ha publicado sobre mi caso”, refirió.

En ese sentido hoy el apoyo que recibe es casi unánime sobre el trance sufrido, “son las reglas de las redes sociales, así como en su momento todos estaban en contra, hoy están todos a favor, y piden el juicio y castigo a los padres que hicieron esto. A mi no me mueve la aguja, yo lo agradezco de corazón porque hay gente que escribió y siempre estuvo conmigo”, dijo poniendo cada cosa en su lugar.

Finalmente Marcelino habló sobre la continuidad judicial al perjuicio sufrido, “alguien debe responder por lo que hizo, espero que la justicia actúe de la misma forma y encuentre a los responsables”, en la causa por lesiones que tiene solo a 3 personas procesadas y una actualmente prófuga.

“La –causa- civil no se inició la vamos a iniciar cuando se vuelva de la feria judicial”, adelantó Monchietti antes de cerrar la entrevista.

Al cierre de la entrevista y ante el pedido de filmarla o tomar una imagen, Monchietti pidió por favor evitarlo. Otra secuela imborrable, el no poder poner rostro a la palabra de una persona declarada inocente.