NEUQUÉN: “Me mandé la cagada: maté a mi mujer y a mi amigo”

El acusado reconoció los hechos cuando fue detenido por la Policía, en la isla 16 de Allen. A su esposa le cortó la yugular, pero no la mató. Ella aún pelea por su vida. (lmneuquen)

Acusaron a Ernesto Miguel Retamal de asesinar a un hombre que era su amigo e intentar hacer lo mismo con su esposa. Fue detenido por la Policía, en la isla 16 de Allen, este jueves por la tarde. El hombre dejó la moto, se arrodilló, puso las manos detrás de su cabeza y dijo: “Me mandé la cagada. Maté a mi mujer y a mi amigo”.

El amigo, reconocido como José Delgadillo Ramírez, murió como consecuencia de haber sufrido varias puñaladas en su cuerpo. A su esposa, Analía Muñoz, le cortó la yugular y se desangró, pero no alcanzó a matarla. Ella todavía pelea por su vida, mientras permanece en grave estado, en el hospital de General Roca.

El detenido está acusado por dos hechos: el homicidio y la tentativa de homicidio doblemente agravada por el vínculo y por haber sido contra una mujer, en un contexto de violencia de género. Todo ocurrió alrededor de las 17, de este jueves.

Según la hipótesis fiscal, primero quiso asesinar a su esposa, cuando ésta se encontraba recostada en la cama matrimonial de la vivienda que compartían, sobre calle Sorondo al 400. La cortó con un cuchillo en la yugular, ocasionándole un profuso sangrado y se fue. Minutos más tarde alcanzó a su amigo en una moto. Lo encontró en el predio de los farmacéuticos, ubicado en la isla 16. Discutió con él y le asestó varias puñaladas, provocándole la muerte.

No llegó a escapar porque cayó la Policía. Hay un testigo que vio al amigo de Retamal correr y pedir ayuda a los gritos, mientras se apretaba el cuello con sus manos porque sangraba mucho. Vio también que otro sujeto se le acercaba por detrás y que estaba armado con un cuchillo. Vio, luego, como discutían y la agresión.

“El sujeto que tenía el cuchillo le reclamaba alguna circunstancia respecto de una infidelidad y dio varias puñaladas contra Delgadillo Ramírez que se tomaba el cuello y perdía mucha sangre”, relató el fiscal Luciano Garrido.

Posible infidelidad

Ese testigo llamó rápidamente a la Policía para dar aviso. Declaró también que el agresor se sentó en un poste y comenzó a llamar por teléfono a varios familiares respecto de lo que acababa de hacer. Tal es así que uno de sus hijos declaró que lo llamó su papá para informarle que había matado a su madre y al hombre con quién lo estaría engañando y era su amigo.

Otra de sus hijas contó que sus padres tenían problemas de pareja y que éstos se evidenciaron en un contexto violento. Dijo que su papá sospechaba de una posible infidelidad, la venía siguiendo a su madre y quería descubrir lo que estaba pasando.

Incluso Muñoz apuntó contra el detenido, cuando fue el personal policial hasta su domicilio y la vio lesionada, en su cama. “Del acta de procedimiento surge que no podía hablar y se encontraba mal, pero sindicaría a su marido como el autor del hecho”, contó el fiscal.

El personal policial que intervino en los hechos también encontró el arma homicida, la que se encontraba a un costado del cuerpo sin vida de Delgadillo Ramírez (el amigo del imputado). En esas circunstancias, otras personas que ocasionalmente estaban en el predio de los farmacéuticos señalaron al agresor, distante a unos 100 metros de la víctima. Estaba por subirse a la motocicleta en la que había llegado.

Fue detenido y trasladado a la comisaría local, mientras que a su esposa la derivaron de urgencia hacia el hospital de General de Roca porque su situación empeoró. Para la fiscalía, no hay dudas de que quiso matarla, pese a que no lo logró por circunstancias que consideró ajenas al imputado.

Además, tuvo en cuenta el lugar donde lesionó a la mujer y el arma que empleó en el ataque. “Fue en la yugular, lo que produce que la víctima (la esposa del detenido) se desangre, lo que generó luego que sea intubada y se le haga una traqueotomía”, detalló el fiscal.

El defensor oficial Luis Carrera no objetó el homicidio del amigo pero, en cambio, consideró que es prematuro imputarle al detenido el delito de tentativa de homicidio y pidió un cambio en la calificación del hecho. Habló de lesiones, en todo caso graves. Pero al resolver el juez Maximiliano Camarda le dio la razón a la parte acusadora.

Sin perjuicio de que es una investigación incipiente, advirtió que los propios hijos del imputado y su esposa hicieron alusión a su accionar.

Prisión preventiva por 6 meses

La fiscalía pidió que quede preso por seis meses, teniendo en cuenta que el delito más gravoso, el de haber cometido un homicidio simple (en perjuicio de su amigo), tiene una pena mínima de 8 años de prisión efectiva. Consideró, además, que hay elementos de convicción suficientes para entender que el autor de los hechos es Retamal. “El grado de culpabilidad evidenciado en la comisión del hecho emerge a todas luces como alto”, sostuvo el fiscal Garrido.

Tampoco pasó por alto que la esposa del detenido esté peleando por su vida, y todos los lineamientos que se tienen en cuenta en los casos donde la víctima es una mujer.

El defensor Carrera pidió que el imputado permanezca detenido en la casa de una abuela. Pero el juez resolvió esta cuestión a favor de la fiscalía, por cuanto advirtió que la defensa no había controvertido la prisión preventiva. “La domiciliaria es una prisión preventiva morigerada”, explicó.

Y reparó en la obligación que pesa sobre el Estado respecto a proteger y sancionar de manera efectiva aquellos delitos cometidos mediante la violencia de género. En este caso, la esposa del agresor. “La pena mínima es de 8 meses -por el homicidio que le imputan- y la peligrosidad quedó evidenciada en su accionar. Todo esto me lleva a considerar viable la medida”, concluyó el juez Camarda.

Posiblemente la defensa apele su resolución. Retamal es un hombre que no tiene antecedentes penales. Esta sería la primera vez que comete un delito.