25 años de cárcel: un infierno de abusos llevaron a la condena penal más alta en la historia judicial de la provincia en delitos contra la integridad sexual

La condena de 25 años de prisión a un sujeto y de 20 años a la propia madre de la menor de 11 años damnificada, fue aplicada ayer por el Tribunal de Juicio en la ciudad de Ushuaia. Solo dos casos en Río Grande habían alcanzado los 20 años de condena en delitos de esta naturaleza.

El hombre de apellido Cáceres recibió la mayor condena judicial en la historia de la provincia por delitos contra la integridad sexual con 25 años de cárcel, y la madre de la niña recibió 20 años como “partícipe necesaria” dado que consintió esta aberrante sucesión de hechos que dataron del 2017 a enero del 2020.

El propio fiscal de la causa, el Dr. Eduardo Urquiza, reconoció que fue el más grave caso de abuso que vio en su carrera, y además de la naturaleza del caso en si, hubo otro elementos que llevaron al incremento de la pena solicitada; “estaba la corrupción de menores con aristas graves por sus efectos dañosos, y el concurso real con el aborto”, agregó para la cuantificación de la pena solicitada equiparada a hechos de la misma gravedad en otros puntos del país.

La causa detona a principios de este año 2020 cuando la niña que tenía 11 años llega al Hospital de Ushuaia con pérdidas y allí se concreta la pérdida del embarazo, a partir de sustancias que le habían sido suministradas.

A esto se sumó que el personal del hospital manifestó su sorpresa al observar que la menor tenía rasurado el vello púbico y además portaba ropa interior impropia para su temprana edad, lo que generó mayores sospechas al evento en sí de un aborto a los 11 años de edad.

En el proceso se sumaron elementos investigativos que permitieron determinar que la madre de la menor había consentido todo este tipo de situaciones, a pesar de que no la unía una relación sentimental con el principal imputado, sino una económica.

Cáceres brindaba un sostenimiento económico al grupo familiar de la menor, y esto derivaba en que la madre le permitiera acceso total a su hija, incluso permitiéndole retirarla de la escuela, y que la nena pasara fines de semana en la casa del masculino.

En el proceso esto fue verificado por testigos que llegaron a observar este tipo de situaciones anormales que comenzaban a llamar la atención.

Finalmente quedaron a la luz una indeterminada sucesión de prácticas abusivas, incluso elevándose la pena en el agravante de que Cáceres ya tenía una condena anterior por otro delito de abuso, la cual ya estaba cumplida. Un detalle; la condena se dio a conocer este jueves 19 , Día Mundial de la Prevención del Abuso Sexual Infantil.

La menor hoy se encuentra en terapia, con una familia de acogimiento buscando ser revinculada a afectos familiares que puedan contenerla en la recuperación de tener que volver de semejante infierno.