RÍO GALLEGOS: Balacera fue a familiar de un transportista: “Buscan apretar a las empresas chicas”

El propietario de una empresa de transporte ligada a la UTE Represas Patagonia y hermano del daminificado por la balacera del lunes por la noche, cargó contra un grupo de ex choferes de las represas. Los acusó de ser autores tanto de ese hecho como del incendio de un galpón del San Benito semanas atrás. (laopinionaustral.com.ar)

Ariel Mendoza, es propietario de Destino Sur, una empresa que se encarga de transportar trabajadores que se desempeñan en las represas sobre el río Santa Cruz. El lunes por la noche, la casa de su hermano ubicada en el barrio APAP fue baleada. En diálogo con LOA, el empresario no dudó en sindicar posibles sospechas debido a situaciones que vienen sufriendo desde el despido de unos trabajadores cuando, días atrás, robaron un colectivo y escaparon de La Barrancosa.

En esa oportunidad, ese grupo de chóferes afiliados a la UTA se llevó un colectivo, luego de que se determinara que no se evacuaría la mega-obra durante la pandemia por considerarse actividad esencial.

Tal como lo informó este medio, unos ocho chóferes de la UTA se apoderaron de una unidad y fueron demorados cuando llegaron por la noche a las inmediaciones de Güer Aike. Eso ocurrió en la tercera semana del mes de marzo, y días después se resolvería el despido de los irresponsables.

Lejos de tener calma, la situación se tornó mucho más agresiva, pero contra una empresa allegada a Destino Sur: Patagonia Express, de Santiago Almirón, otro empresario. Días después de los despidos, personas hasta el momento no identificadas incendiaron un galpón  de la empresa socia de Destino Sur que tenía cinco unidades de traslado.

Ese incendio se registró el 3 de abril en un galpón ubicado en el barrio San Benito y las llamas se apoderaron de todo a su paso.

Las pérdidas materiales fueron totales, pero, por fortuna, no hubo que lamentar pérdidas humanas. De igual manera, para la empresa Destino Sur, este siniestro tenía relación con los despidos.

Días después, las ventanas de las oficinas de la empresa fueron destruidas y, aparentemente desde la Justicia, nadie pudo relacionar los casos que tienen la firma de un “ajuste de cuentas”. Asimismo, no se pudo establecer si los empresarios habrían recibidos mensajes intimidantes por estos días, o si se lo limitaría a estos casos puntuales de destrucción de la propiedad privada.

“Son unos caraduras que, con estas formas, buscan apretar a las empresas chicas que buscan crecer”, dijo Ariel Mendoza a este medio y cargó contra la Justicia al deslizar: “Yo no sé si están de vacaciones por la pandemia o qué, pero también fuimos a la Fiscalía y parece que nadie puede unir los puntos entre las cosas que vienen pasando”.

El empresario dejó una frase que puede interpretarse de muchas maneras, entendible al verse exaltado por la situación que vienen viviendo, y que esta vez fue más grave, o como una amenaza contra quienes acusa: “Parece que quieren que uno haga justicia por mano propia”