Imputado de violencia de género se negó a declarar y su ex pareja lloró al testificar sobre los golpes recibidos

Comenzó el proceso oral y público contra un salteño de 41 años, detenido desde octubre pasado por dos episodios de violencia doméstica contra su pareja. Se negó a declarar y luego si lo hizo la víctima, quien reconoció su insistencia en retomar la relación “estaba anamorada” hasta que la situación pasó a mayores.

 
El Tribunal de Juicio Oral presidido por el Dr. Eduardo López lleva adelante el proceso oral y público contra Roberto Ismael Flores, acusado del delito de “lesiones agravadas por el vínculo”.
La fiscal del caso la Dra. Verónica Marchisio inició el proceso con la lectura de la acusación en la que destacó dos hechos de violencia; el primero en agosto pasado en oportunidad en que la pareja de Flores recibió un puñetazo en la cara y otros maltratos, y luego en octubre donde se dio el episodio mas grave.
En ese hecho Flores está acusado de haber recriminado a su pareja por la utilización del celular, ante lo cual se lo quitó y arrojó al suelo a lo que continuó una andanada de golpes en medio de los cuales tomó un tenedor y se lo clavó en la cabeza.
Luego tomó de los cabellos a la mujer e intentó meterle la cabeza dentro del horno encendido de la vivienda, en un grave hecho en el que solo desistió ante la intervención del hijo de la víctima.
 
Negación y acusación
Ante dichas acusaciones el imputado fue consultado de sus condiciones personales y luego invitado a prestar declaración indagatoria, a lo que rehusó por recomendación de la defensora oficial, la Dra. Lorena Nebreda.
Allí se dio lectura a su declaración en la etapa de instrucción, donde Flores acusó a su ex pareja de ser alcohólica y de haberlo agredido en varias oportunidades, e incluso de que llevaban elementos robados junto a su hijo.
Asimismo destacó que ante cada prohibición de acercamiento era la mujer quien siempre la violaba, buscando retomar la relación.
 
Mujer lloró ante el tribunal
Acto seguido se realizaron en la primer jornada las testimoniales de la víctima y de su hijo, quien presenció el segundo episodio de violencia.
La mujer de 25 años relató al tribunal que se conoció unos meses antes con Flores, para luego irse a convivir, señalando que las peleas “eran siempre por celos”.
Ese habría sido el motivo del primer episodio de violencia en agosto, reconociendo la mujer que luego retomó la relación por que “estaba enamorada”, señalando “no me imaginaba lo que iba a pasar”, en referencia al violento episodio de octubre.
“Empezamos de cero, él me prometió que no iba a haber golpes”, señaló llorando, y recordó el violento episodio en el que Flores “quería el código de mi celular y me lo tiró al suelo”, agregando que “estaba ebrio”.
Allí ratificó las brutales lesiones recibidas con un tenedor, y luego siendo amenazada de meterle la cabeza dentro del horno “donde estábamos horneando pan”.
La mujer incluso señaló que fue amenazada de muerte con un hacha para no realizar la denuncia y que Flores le suministró una pastilla para el dolor.
A pesar de las amenazas la mujer señaló que finalmente se dirigió al centro de salud municipal de la margen sur donde fue asistida, “no iba a hacer la denuncia pero una asistente social me convenció de hacerla”, dijo, destacando el apoyo recibido desde este centro de salud.