BARILOCHE: Hombre corrió desnudo varias cuadras tras ser descubierto en una infidelidad

AMANTE QUE HUYE… - El tercero en discordia en una pareja fue visto mientras corría sin ropa por la calle, a plena luz del día. Mientras, en la casa donde sucedió todo, otro hombre rompía todos los vidrios de un auto a palazos. (El Cordillerano)

Varios comentarios llegaron a la redacción de este medio diciendo que en simultáneo y a unas cinco cuadras de diferencia, un hombre corría absolutamente desnudo y otro destrozaba un auto.
Ante la coincidencia de los hechos, El Cordillerano consultó a autoridades que fueron hasta el lugar, ya que los llamados ciudadanos también habían alertado a algunas instituciones.
Aunque no hubo denuncias formales, el hecho fue confirmado: un hombre salió de su vivienda para dirigirse a su trabajo como lo hace todas las mañana, pero, esta vez, a los pocos minutos volvió, aunque no fue posible conocer si lo hizo por alguna sospecha o por algún otro motivo en particular.
Lo curioso fue que al ingresar a su casa, cerca de las 10 horas, notó que su mascota tenía un comportamiento extraño. El perro, de tamaño pequeño, ladraba mirando debajo de la cama.
Resultó que su mejor amigo (por el canino) estaba delatando a un hombre que habría estado intimado con su pareja durante su ausencia.
Ante la emergencia, el tercero en discordia huyó del lugar sin poder tomar ninguna de sus prendas de vestir ni las llaves de su auto. Este hombre fue visto por un cronista de este medio, mientras corría desnudo a plena luz del día por Albarracín y Ruiz Moreno.
El exhibicionista, tapando sus genitales con una de sus manos, solicitaba la ayuda de algún conductor para que lo salve de tan vergonzosa situación. La mayoría de ellos lo esquivaba, pero afortunadamente para él, un camionero se solidarizó y al pasar por la esquina mencionada lo subió a su vehículo.
Mientras tanto, a unas cinco cuadras, en la casa donde habría ocurrido todo, casualmente otro trabajador de este medio vio como el engañado destrozaba los vidrios de un auto.
Lo que no se pudo confirmar, es que si el dueño de casa y el fugaz visitante se conocían. Pero el que rompió el auto seguramente sabía a quién pertenecía.