BARILOCHE: Histórico y escandaloso, suspenden a cuatro jefes policiales.

El gobierno provincial, decidido a agotar instancias para la resolución de la misteriosa desaparición del oficial Muñoz, resolvió el apartamiento de cuatro altos jefes policiales de distintas reparticiones de Bariloche, cuestión que se concretará hoy con las notificaciones correspondientes. (El Cordillerano).

La Justicia no confía en la Rionegrina y puso a la cabeza de la investigación a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que realizó allanamientos en comisarías. Mientras analizan anormalidades de la pesquisa, continúan con esperanzas de encontrarlo sano y salvo.
Según la confirmación emanada desde el gobierno provincial este jueves por la noche, en la jornada de hoy (29/7) se concretará el apartamiento de cuatro altos jefes policiales. La medida la dicta la Jefatura de Policía con el apoyo del propio gobierno provincial. Se da en el marco de una investigación que encabeza el fiscal Guillermo Lista, en relación a un presunto allanamiento ilegal que desplegaron dos uniformados, con el supuesto conocimiento de algunas autoridades.
Según se apuntó, se trata del acto administrativo inicial a partir del cual vendrán las investigaciones que correspondan con el objeto de deslindar las responsabilidades de cada uno. El apartamiento de los cuatro jefes, se suma al de los oficiales del Cuerpo de Seguridad Vial, Irusta y Morales, quienes aparecen como sospechosos por la presunta comisión del allanamiento ilegal y que ya habían sido suspendidos. En días previos, la jefatura de la Policía había decidido varios traslados y aunque los rumores indican una vinculación con estas investigaciones, las autoridades insistieron en que se trataba de cuestiones operativas.
Durante esta mañana, antes de la comunicación oficial, en distintos medios trascendió que los desafectados de su cargo dentro de la fuerza policial serían el segundo jefe de la Regional Tercera Manuel Poblete; Jorge Elizondo jefe de la comisaría 42°, el subcomisario de esta dependencia José Jaramillo y David Paz el jefe de Seguridad Vial.
Desde el gobierno, marcan que se trata de una decisión histórica y que ratifica la intención de brindar la máxima colaboración con la Justicia, para el hallazgo de Lucas y el esclarecimiento de los hechos que llevaron a su desaparición, que transita ya el día quince.
Ayer, se cumplieron exactamente dos semanas sin datos certeros sobre el paradero del oficial de policía Lucas Muñoz. La investigación del caso se divide en dos frentes y en uno de ellos estudian el comportamiento de varios miembros de la misma fuerza policial, sin distinción de jerarquías. Por otro lado un equipo de fiscales intenta encontrarlo sano y salvo.
Pese a que no hay datos seguros que lleven a dar con Lucas, los investigadores mantienen su cautela y optimismo. Un nutrido equipo de fiscales, comandado por Martín Govetto, trabaja en el caso y espera encontrar con vida y en perfecto estado de salud al joven oficial de la Policía de Río Negro.
Paralelamente, se investiga el comportamiento de otros integrantes de la fuerza policial, tanto en los primeros tramos de la investigación, como en los momentos previos a la desaparición. El fiscal Guillermo Lista encabeza la pesquisa en la que con personal de Gendarmería Nacional, se practicaron allanamientos, en los que además, se incautaron pequeñas cantidades de droga en los domicilios de miembros de la fuerza. Fuentes consultadas aseguraron que se trataba de bajas cantidades de marihuana, lo que lleva a pensar que sería para el consumo de los agentes.
El gobierno reconoció la gravedad del caso y ofreció una recompensa, al tiempo que agilizó la remoción del personal presuntamente involucrado en los sucesos que se investigan.
El pasado jueves 14, Lucas Muñoz salió de la habitación que alquilaba en un hospedaje de la calle Moreno y, vistiendo su uniforme, se dirigió en colectivo de línea hasta el barrio 2 de Abril, en donde es oficial de servicio de la Comisaría 42 y debía cumplir su guardia. A esa repartición policial había ingresado a fines del año pasado.
En el camino, se cruzó con dos agentes policiales y luego habría mantenido una conversación con el conductor de un Chevrolet Corsa, a pocos metros de la dependencia policial. Sin embargo el vehículo nunca fue hallado y tampoco su ocupante. Durante el tiempo que dura su desaparición, se realizaron diversos rastrillajes por la zona de lago Mascardi, Ruta de Circunvalación, faldeo del cerro Otto, e inclusive, se desplegó una búsqueda aérea, sin arrojar resultados.
David Baffoni, el titular de la Oficina de Investigación en Telecomunicaciones, realiza diversos peritajes con el objetivo de hallar elementos que ayuden a esclarecer la misteriosa desaparición del agente policial, quien -según los rumores- habría encontrado acciones dentro de la policía, que no resultaban correctas a su criterio.
De momento los actores judiciales, policiales y gubernamentales se llamaron a silencio y en caso de tomar contacto con la prensa pidieron estricta reserva. Se habla de bandos dentro de la fuerza y de temor a revelar información.
Lo real y concreto es que desde el Poder Judicial no confían en la Policía de Río Negro y han encomendado la prevención de las causas a la Policía de Seguridad Aeroportuaria, cuyo personal en las últimas horas realizó diversos procedimientos que incluyeron dependencias de la Unidad Regional Tercera, en el Centro Cívico de la ciudad, y en la Comisaría 42 del barrio 2 de Abril.