PTA. ARENAS: Menor de 13 años salió ileso tras explotar vehículo

“El auto lo vendieron malo y le pusimos unos repuestos que le hacían a éste -un Chevrolet Monza- para que funcione. Hoy anduvo un rato, después se paró, lo volvimos a hacer partir y explotó”. Así relató el joven Carlos Segovia (13) el drama que sacudió a su familia a eso de las 18,40 horas de ayer, al interior de la propiedad de calle Arauco 1533, en el antiguo barrio San Miguel (La Prensa Austral).

 
La explosión en el garaje hizo que el fuego se propagara a la vivienda principal de propiedad de Ana María Chacón Astudillo. Las llamas avanzaron por el entretecho y se extendieron hasta la cocina.
 
El fuego se inició en un vehículo Daewoo Espero, el cual fue devorado por las llamas.
 
El menor Carlos Segovia narró que todo sucedió poco de después de haber tomado once, en el intertanto que su papá iba camino a Cerro Sombrero. “Mi mamá con mi abuelo estaban conversando en el comedor y el auto lo habíamos hecho andar, estuvo un rato regulando, se paró y lo hice de nuevo y ahí fue cuando pasó todo. Es muy raro porque no se sintió ni siquiera olor a bencina”.
 
Era un automóvil del año 1993, de tono oscuro, comprado hace sólo un par de días. “Sacamos el carburador -de un Monza año 1994- y se lo colocamos al Daewoo-, al que también le sacamos la bomba para limpiarla”, comentó para contextualizar las faenas de mejora que se buscaba realizar al móvil.
 
Al respecto, el capitán de la Séptima Compañía de Bomberos, Sergio Pérez consignó que según las informaciones preliminares, se escucharon explosiones en el vehículo que se encontraba junto a la casa, en un taller, situación que es materia de investigación. El fuego comprometió una parte de la vivienda, pero no alcanzó a hacerlo en su totalidad.
 
En el lugar, el abuelo Julio afirmó que va casi todos los días a la casa de su nieto y relató su percepción de lo sucedido. “El (Carlos) lo hizo andar porque como ayer nomás lo compraron, estaba barato, lo dejó calentando y volvió a andar, pero se escuchó el puro cuetazo. Ahora cómo fue, no sé, pero gracias a Dios que no pasó nada. Pensé que mi nieto se había quedado encerrado dentro del auto, pero salió solo, yo sólo vi cómo salían las llamas desde abajo del auto”.
 
La parte posterior de la vivienda también resultó con algún nivel de daño, pero el rápido accionar de voluntarios de la Primera, Cuarta, Sexta y Séptima compañías de Bomberos, impidió que el hecho pasara a mayores.