CDRO. RIVADAVIA: Maniataron y prendieron fuego a un joven boliviano

Iber Tuco Núñez fue sorprendido en su vivienda ayer a las 3 después de una velada con amigos. Los delincuentes lo maniataron, lo rociaron con combustible y le prendieron fuego, además de asestarle un par de puñaladas en los glúteos. El hombre fue hospitalizado, pero las quemaduras en todo su cuerpo ponen en riesgo su vida. No se descarta que se haya tratado de un "mensaje" de tipo mafioso (El Patagónico).

 
Iber Tuco Núñez (23) nació en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, y vive solo en la calle Código 889 del barrio Argimiro Moure, en el sector de asentamientos que se ubican muy cerca del zanjón. Ayer, poco después de las 3, fue sorprendido por al menos un delincuente mientras se encontraba en el interior de su vivienda en donde fue maniatado, rociado con combustible y prendido fuego. Incluso -según comentó un familiar suyo a El Patagónico- “tiene puñaladas en los glúteos”.
Algunos vecinos ayer comentaron a este diario que el joven había sido visto en la noche del domingo junto a otros dos hombres con los que compartían bebidas alcohólicas en su vivienda. Sin embargo, nadie se percató del ataque que sufrió en la madrugada de ayer.
Según estiman sus familiares más cercanos, Tuco Núñez se durmió con la puerta abierta de su pequeña vivienda, como solía hacerlo las noches en que lo vencía el sueño debido a la ingesta alcohólica. Creen que de esa manera lo sorprendieron durmiendo, le ataron las manos y le prendieron fuego, además de asestarle un par de puñaladas en los glúteos, parte de su anatomía afectada por el fuego, al igual que las manos, los genitales, el rostro y los brazos. Incluso le rociaron toda la casa de material, hasta la puerta. Curiosamente, también le quemaron televisores, heladeras y un equipo reproductor de DVD.
Para sus familiares que ayer dialogaron con El Patagónico en los pasillos del Hospital Regional donde esperaban el nuevo parte médico, el o los delincuentes se llevaron un teléfono celular táctil que Tuco Núñez usaba para comunicarse. “El tenía un teléfono para escuchar música y otro para llamar”, dijo su primo. Ayer llamó a ese número que estuvo encendido hasta el mediodía.
“Esto no lo hicieron paisanos”, dijo el familiar de Tuco Núñez, quien se solía juntar con un grupo de compatriotas bolivianos a beber y escuchar música.
Ahora permanece hospitalizado con graves quemaduras en su cuerpo. Los médicos les dijeron a sus familiares que tenía un 30 por ciento de posibilidades de sobrevivir.
Según vecinos y familiares, el joven –albañil actualmente desocupado- no tenía problemas con nadie. A la Policía de la Seccional Sexta que tomó intervención en el hecho le llamó la atención que los delincuentes no se hubieran llevado el televisor ni el DVD, prefiriendo dejarlos que el fuego los consumiera.
De todas maneras le dieron intervención al Ministerio Público Fiscal y la Brigada de Investigaciones. “Allí hay un mensaje”, arriesgó uno de los investigadores. Ese misterio se develará recién si Tuco Nuñez se puede recuperar de las quemaduras.
 
Aplausos
A los familiares le comentaron que después del ataque, “se escuchaba ‘bulla’ (algarabía) arriba del Moure” e incluso se habrían escuchado algunos aplausos cuando subían a la ambulancia a Tuco Núñez.
No es la primera vez que roban en el sector, dijeron los vecinos.
En la semana ya lo habían hecho en una vivienda de enfrente. Entre 2012 y 2014 El Patagónico dio cuenta de manera exclusiva de una situación que había en el barrio. Pintadas con corte xenófobo y ladrones ensañados contra integrantes de la comunidad boliviana. Todo como venganza por la golpiza que recibieron unos ladronzuelos el 31 de diciembre del 2011, luego de haber golpeado a una comerciante boliviana. Los compatriotas de la víctima accionaron aquella vez la alarma comunitaria y les dieron un escarmiento a los ladrones. De ahí en más hubo mujeres bolivianas apuñaladas por la espalda en robos efímeros y jóvenes atacados con cuchillos en “peajes” que montaban los ladrones.