El Fiscal Mayor pidió la pena de prisión perpetua para Balaguer entendiendo que “fue desmedido el uso de la escopeta”

El Fiscal Mayor también entendió la responsabilidad del oficial Cristian Balaguer en la muerte de "Chucky" Andrade. Señaló que no hubo disparo "por rebote" como señaló el imputado y marcó discrepancias en las testimoniales con la versión del imputado en su indagatoria. Pidió prisión perpetua aunque pidió quede en suspenso hasta que una eventual condena sea dejada firme.

 
El alegato del Dr. Guillermo Quadrini, tuvo un extenso recorrido con un detalle pormenorizado de la persecución, el recorrido de Andrade con el cuatriciclo, el hecho por el que se realizó la persecución, que no fue un accidente de tránsito como se mencionó que se comunicó a la ambulancia y un detalle especial a lo ocurrido dentro del garaje de Almafuerte al 1200.
 
Una segunda parte del alegato se ocupó de cómo se asistió a Víctor Andrade cuando llegó al nosocomio local, haciendo hincapié en la vertiginosidad de los hechos, todo lo que sucedió, y encontró acreditado que el taco alojado en la arteria femoral de Andrade pertenecía a esta posta de goma utilizada y que el escopetazo fue por disparo directo, haciendo referencia a la pericia balística del alférez Benítez de Gendarmería.
 
Finalmente enumeró como agravantes la condición policial de Balaguer, y el hecho de que abusó de esta posición, también remarcó que Andrade estaba en una posición inferior en este caso, valorando que Gualtieri al bajar del móvil con una libreta y una lapicera entendía que no había peligrosidad en el hecho, agregando que fue “desmedido el uso de la escopeta”.
 
Quadrini hizo alusión a discrepancias entre Balaguer y el suboficial que lo acompañaba –Gualtieri- sobre como actuó Andrade con el hierro con que presuntamente intentó agredir al segundo de ellos.
 
Balaguer dijo que lo tomó con ambas manos y un efecto de bateo, y Gualtieri que fue con una sola mano y se lo quiso arrojar.
 
Finalmente el fiscal solicitó la pena de prisión perpetua y pidió que la ejecución de la pena quede condicionada a que quede firme por el Superior Tribunal, ante una eventual casación en caso de que se condene al imputado.