CALETA OLIVIA Inhumaron los restos del obrero y refuerzan seguridad pública con gendarmes y prefectos

Familiares y centenares de obreros de la construcción, muchos de ellos provenientes de Pico Truncado y Las Heras, participaron ayer en Caleta Olivia de la inhumación de los restos de Reynaldo Vargas, el albañil de 28 años que pereciera en el tiroteo del jueves frente a la sede del gremio de los petroleros. En tanto, llegaron decenas de gendarmes y prefectos para prevenir nuevas acciones violentas (Diario El Patagónico).

 
               
Reynaldo Vargas fue velado en una casa particular del barrio 3 de Febrero y fueron algo más de 400 personas las que protagonizaron el cortejo fúnebre a pie que partió alrededor de las 15:30, llegando dos horas después a la necrópolis.
 
Cuando pasó por la zona céntrica, el ataúd fue retirado del coche fúnebre y levantado en andas por los trabajadores, tanto activos como desocupados, mientras se agitaban banderas de la UOCRA y desde un altoparlante se propalaba una melodía a tono con el sentimiento de congoja y tristeza.
 
La columna era seguida por una caravana de autos y vehículos de trasporte en los que habían llegado muchos trabajadores desde localidades vecinas, pudiéndose también escuchar en forma espaciada el estallido de bombas de estruendo, a modo de despedida. Entre el multitudinario grupo se encontraban numerosas familias de la colectividad boliviana, a la que pertenecía Vargas, quien estaba casado y era padre de un niño de corta edad.
 
Medidas de prevención
 
Hasta avanzada la tarde de ayer no se había producido ningún tipo de incidente en Caleta Olivia relacionado con los violentos sucesos del jueves, en donde también resultó herido de bala otro desocupado de la UOCRA, Bonifacio Cabrera, quien se recuperaba favorablemente en el Hospital Zonal. Por si acaso, el Gobierno provincial ya había reforzado la seguridad con fuerzas especiales de la Policía provincial que arribaron desde Río Gallegos.
 
Además obtuvo el apoyo de la Secretaría de Seguridad de la Nación, que dispuso el desplazamiento de efectivos de Gendarmería y Prefectura basados en diferentes localidades de la zona, pero además la Policía de Chubut colaboró con el mismo fin enviando a algunos integrantes del Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP) de Comodoro Rivadavia hacia el límite interprovincial donde se encuentra la Subcomisaría Ramón Santos.
 
No se dieron precisiones sobre la cantidad del personal de todas esas fuerzas, pero se estima que oscilan en 200, habiéndoles asignado áreas específicas para coordinar acciones preventivas en las tres ciudades mencionadas y sus rutas de acceso.
 
El operativo comenzó en la noche del mismo día de los incidentes (jueves) y se supo que los gendarmes se encuentran en Las Heras, principalmente en caminos de yacimientos petroleros. En tanto, parte de los prefectos están apostados en el límite interprovincial y las fuerzas especiales de la Policía de Santa Cruz permanecen alistadas en albergues de Caleta, Truncado y Las Heras.
 
Mas armas e indagatoria
 
Los controles comenzaron ayer a dar resultados en las primeras horas cuando personal de Gendarmería interceptó a una camioneta ocupada por varios hombres que se dirigían a un yacimiento petrolero de Las Heras y se les secuestraron varias armas de fuego cortas y al menos un chaleco antibalas, aunque las fuentes consultadas no precisaron si se produjeron detenciones.
 
Más tarde, alrededor de las 10, fuerzas especiales de la policía provincial apostadas en Pico Truncado demoraron algunos minutos a varios vehículos de transporte en la ruta 43.
 
En ellas viajaban numerosos trabajadores afiliados a la UOCRA que venían a Caleta Olivia para asistir a las exequias del obrero fallecido y luego de un control de rutina, se les permitió continuar viaje.
 
Por otra parte, al promediar la jornada se preveía que el juez de instrucción Mario Albarrán, junto al fiscal Martín Sedán, comenzarían a tomarles declaración a los 31 hombres que fueron detenidos el jueves, 28 de ellos en la sede del gremio petrolero y otros 3 cuando escapaban en un automóvil desde el mismo sitio del tiroteo.
 
Mucho antes, el propio fiscal hizo una inspección ocular en el área del tiroteo, mientras policías de la División Criminalística instruían un informe de balística, habiendo encontrado unos 18 impactos de bala en el edificio sindical ubicado en la esquina de Güemes y Lavalle. También encontraron otros en árboles, en un cartel de publicidad y en el cerco de rejas metálicas que se encuentra enfrente, donde se reconstruye Hipertehuelche, además de numerosas vainas de proyectiles de diverso calibre.