Rapaport destaco la condena como “un doble mensaje” a los investigadores y a la sociedad

 
El fiscal federal de la ciudad de Río Grande fue consultado en torno al proceso oral y público por el cual se condenó a Joel Aguilar Mansilla a 5 años y medio de prisión, Leonardo Pasucci a 6 años y Víctor Enríquez a 6 años y medio; por comercialización de estupefacientes.
Marcelo Rapaport señaló sobre el fallo, “me parece hay un doble mensaje con la sentencia, uno interno con los investigadores de que hicimos las cosas bien y tenemos que seguir bien siempre buscando mejorar y un mensaje externo a la comunidad, que es cuando la Justicia trabaja rápido en forma efectiva y eficaz en un año y medio llevás a tres imputados a juicio y poder condenarlos gratificante”, aseveró.
En cuanto a las penas impuestas, mas leves de lo solicitado por el fiscal que actuó en el juicio, Rapaport opinó, “yo no recuerdo que el tribunal impusiera penas tan altas como las que impuso ahora, son penas altas, siguen detenidos, este es el mensaje también”. 
El fiscal profundizó respecto de la investigación, “la red funcionaba así, la droga vino teóricamente en un camión que fueron a buscarlo a Ushuaia, ahí descargaron la droga en Thorne y otra parte que Aguilar llevaba al hotel Huemul, se inició todo por un llamado al 101 y la Policía nos dio rápida intervención”.
“Pasaron horas del llamado anónimo, a la detención de Aguilar, y eso pasa cuando uno llama al 101 y da mayores precisiones del caso, se movilizaron los efectivos y llamaba la atención también el constante movimiento en torno a esta casa”, destacó.
Rapaport reconoció que se investigó a más personas
En las detenciones se encontró un papel que daba cuenta de nombres y números que llevaban a presumir que estas personas llegaron a tener en su poder hasta 24 kilos de droga, “se investigó todo, si hubieran sido 24 kilos como daba la sumatoria de ese papel encontrado, al hecho mismo indica que los posiblemente involucrados inmediatamente se deshicieron de la droga o la ocultaron”, dijo, señalando que se llegó a precisar quienes podían ser esos nombres, “se los investigó y no hubo resultados, había personas físicas relacionadas con esos nombres, no los pudimos vincular”, lamentó.
En esa hipótesis y la posible vinculación de una persona allegada a un ministro de aquella época, Rapaport descartó que Joel Aguilar estuviera llevando la droga a casa de esa persona, “había una inscripción una tarjeta en el auto de Joel que decía que era para el hotel Huemul, Joel sabía que iba al hotel Huemul”, dijo descartando que el cargamento fuera al barrio Aeropuerto, donde residiría un tal “Facu” que fue sindicado como el receptor de la droga por parte del imputado Enríquez.
“Enríquez no puedo darle mayor credibilidad a lo que dice en su defensa, yo solo puedo decirte que llegamos a este Facu, lo identificamos y hasta testificó, conocía a Enríquez, lo tenía como prestamista, lo llevó o lo trajo a Enríquez a Ushuaia y aseguró en su declaración que lo conocía por que Enríquez le iba a prestar dinero como prestamista que era”, aseguró el fiscal.
Pescado podrido
En ese sentido Rapaport señaló, “no puedo darle mayor credibilidad, toda vez que los imputados intentaron vendernos pescado podrido, metieron un fax trucho en la causa, donde dicen que tenían una carta de un policía que era de Narcocriminalidad, en una especie de confesión respecto de que la causa estaba armada o direccionada”.Rapaport concluyó, “al final probamos que ese fax vino de un locutorio a dos cuadras de la casa de Enríquez”, señaló sobre los obstáculos que encontraron en la investigación.