Su mamá Andrea, que lo acompaña en su recuperación en el área de pediatría, comentó que “Miquéas está bien, ya come y puede ir al baño solo, está con medicación y le hicieron estudios después que le cosieron la herida”.
El puntazo tuvo cinco centímetros de profundidad, “tiene un corte en la espalda que casi le tocó un riñón” dijo su madre dando cuenta de la gravedad del episodio, aunque “estaba jugando a la pelota pero él dice que fue una piedra, los médicos dicen lo contrario que fue una lesión con algo con filo”, refiere su madre.
El chico de 12 años tuvo un altercado durante el partido con otro menor de la misma edad el miércoles a última hora de la tarde, circunstancia en la que se presume se habría dado la grave agresión que de milagro no pasó a mayores.
El chico permanecerá en observación entre 48 y 72 horas.